Educa

"¿No sabéis que soi s templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?" ­ Paulo. (CORINTIOS, 3:16.)

En la simiente minúscula reside el germen del tronco benefactor.

En el corazón de la tierra, hay melodías de la fuente.

En el bloque de piedra, hay obras primas de la estatua.

Entretanto, terreno reclama esfuerzo activo.

La corriente cristalina pide acueductos para transportarse incontaminada.

La joya de la escultura pide milagros al buril. También el espíritu trae consigo el gene de la divinidad.

Dios está en nosotros, como estamos en Dios.

Más, para que la luz divina se destaque en las tiniebla humanas, es necesario que los procesos educativos de la vida nos trabajen en el empedrado camino de los milenios.

Solamente el corazón ennoblecido con el gran entendimiento puede derramar el heroísmo santificante.

Apenas el cerebro cultivado puede producir iluminadas formas de pensamiento.

Solo la grandeza espiritual consigue generar la palabra equilibrada, el verbo sublime y la voz balsamizarte.

Interpretamos el dolor y el trabajo por artistas celestes de nuestro acrisolamiento.

Educa y transformarás la irracionalidad en inteligencia, la inteligencia en humanidad y la humanidad en Ángeles.

Educa y edificaras el paraíso en la Tierra.

Si sabemos que el Señor habita en nosotros, perfeccionemos nuestra vida, a fin de manifestarlo.

XAVIER, Francisco Cândido. Fuente Viva. Por el Espíritu Emmanuel. FEB. Capitulo 30.