Buena Parte

"Maria escogió la buena parte, que no seria tirada." ­ Jesús (LUCAS, 10:42.)

No te olvides de la "buena parte" que reside en todas las criaturas y en todas las cosas.

El fuego destruye, más transporta consigo el elemento purificador.

La piedra es contundente, más consolida la seguridad.

El viento acosa impiadoso, todavía, ayuda a la renovación.

La corriente es porquería, entre tanto, acostumbra a acarrear el abono indispensable para la sementera victoriosa.

Así también hay criaturas que, en si revelan negativas en determinados sectores de la lucha humana, son extremadamente valiosas en otros.

La apreciación unilateral es siempre ruinosa.

La imperfección completa, tanto como la perfección integral, no existen en el plano en que evolucionamos.

El criminal, acusado por toda la gente, mañana puede ser el enfermero que te tiende un vaso de agua.

El compañero, en el cual descubres ahora una cinta de tinieblas, puede ser después el hermano sublimado que te invita al buen ejemplo.

La tempestad de ahora en que vivimos es, muchas veces, la fuente del bienestar de las horas que vamos a vivir.

Busquemos el lado mejor de las situaciones, de los acontecimientos y de las personas.

"Maria escogió la buena parte, que no le será quitada" ­ nos dijo el Señor.

Asimilemos la esencia divina de la lección.

Quien procura la, "Buena parte" y en ella se detiene, recoge en el campo de la vida el tesoro espiritual que jamás le será robado.

XAVIER, Francisco Cândido. Fuente Viva. Por el Espíritu Emmanuel. FEB. Capitulo 32.