"Aquel que no naciera de nuevo no puede ver el Reino de Dios." Jesús. (JUAN, 3:3.)
La propia Naturaleza presenta preciosas lecciones, en ese particular. Se suceden los años con matemática precisión, más los días son siempre nuevos. Disponiendo, así, de trescientos sesenta y cinco ocasiones de aprender y recomienzo, anualmente ¿cuantas oportunidades de renovación moral encontrará la criatura, en el bendecido periodo de una existencia?
Conserva del pasado lo que hizo de bueno y justo, bello y noble, más no guardes en el pretérito los detritos y las sombras, aun que estén disfrazados de encantador revestimiento.
Haz por ti mismo, en los dominios de tu iniciativa por la aplicación de la fraternidad real, el trabajo que tu negligencia tirará fatalmente sobre los hombros de tus benefactores y amigos espirituales.
Cada hora que surge puede ser portadora de reajustamiento.
Si es posible, no dejes para después los lazos de amor y paz que puedes crear ahora, en sustitución de los grilletes del desafecto.
No es fácil romper antiguos preceptos del mundo o desenovelar el corazón, a favor de aquellos que nos hieren. Entre tanto, el mejor antídoto contra los tóxicos de la aversión es nuestra buena voluntad, a beneficio de aquellos que nos odian o que aun no nos comprenden.
Enguanto nos demoramos en la fortaleza defensiva, el adversario piensa enriquecer las municiones, más si descendemos para la plaza, tranquilos y serenos, mostrando nuevas disposiciones en la lucha, la idea de acuerdo, sustituye, dentro de nosotros y en torno de nuestros pasos, la oscura fermentación de la guerra.
¿Alguien te disgusta? Reinicia el esfuerzo de la buena comprensión.
¿Alguien no te entiende? Persevera en demostrar los intentos más nobles.
Déjate revivir, cada día, en la corriente cristalina e incesante del bien.
No olvides el consejo del Maestro: - "Aquel que no naciera de nuevo no puede ver el Reino de Dios.
Renace ahora en tus propósitos, deliberaciones y actitudes, trabajando para superar los obstáculos que te rodean y alcanzando la anticipación de la victoria sobre ti mismo, en el tiempo...
Más vale auxiliar, aun hoy, que ser auxiliado mañana.
XAVIER, Francisco Cândido. Fuente Viva. Por el Espíritu Emmanuel. FEB. Capitulo 56.