En El Recinto Doméstico

La bondad en el ámbito doméstico es la caridad comenzando en casa.

Nunca hable gritando, abusando de la intimidad con los seres queridos.

Utilice los utensilios caseros sin ruido, evitando en el hogar desequilibrio y perturbación.

Aprenda a servirse, tanto como sea posible, de modo a no aumentar las preocupaciones de la familia.

Colabore en la solución del problema que aparezca, sin alterarse en la queja.

Solo o en grupo, tome su refección sin alarma.

Converse edificando la armonía.

Siempre es posible encontrar la puerta del entendimiento mutuo, cuando nos disponemos a ceder, de nosotros mismos, en pequeñuelas demostraciones de renuncia a puntos de vista.

¿Cuántas veces un problema aparentemente insoluble pide tan sólo una palabra de calma para ser resuelto?.

Absténgase de comentar asuntos escandalosos o inconvenientes.

En materia de dolencias, hable lo estrictamente necesario.

Procure algún detalle casero para alabar el trabajo y el cariño de aquellos que comparten la existencia con usted.

No se aproveche de la conversación para introducir apuntamientos de crítica o censura, sea a quien fuere.

Si usted tiene prisa por salir, atienda a su régimen de urgencia con serenidad y respeto, sin perturbar la tranquilidad de los otros.

XAVIER, Francisco Cândido. Senal Verde. Por el Espíritu André Luiz. Federación Espírita Española. Capitulo 4.