Antagonistas

El adversario en quien usted juzga encontrar un modelo de perversidad tal vez sea solo un enfermo necesitado de comprensión.

Reconozcamos el hecho de que, muchas veces, la persona nos parece indigna simplemente por no adoptar nuestros puntos de vista.

Respetemos al enemigo porque es posible que sea el portavoz de verdades que aún desconocemos, inclusive con relación a nosotros.

Si alguien lo hirió, perdone inmediatamente, frustrando el mal en su origen.

La crítica de los demás sólo podrá traerle perjuicio si usted consiente.

La mejor manera de aprender a disculpar los errores ajenos es reconocer que también somos humanos, capaces de errar, tal vez aún más desastrosamente que los demás.

El adversario, ante todo, debe ser considerado como un hermano que se caracteriza por opiniones diferentes de las nuestras.

Deje a los demás vivir su propia vida y ellos le dejarán a usted vivir la existencia de su elección.

Cuanto más avanza, la ciencia médica más comprende que el odio en forma de venganza, condenación, resentimiento, celos u hostilidad está en la raíz de numerosas enfermedades y que el único remedio eficaz contra semejantes calamidades del alma es el específico del perdón en el vehículo del amor.

XAVIER, Francisco Cândido. Senal Verde. Por el Espíritu André Luiz. Federación Espírita Española. Capitulo 13.