Ver Y Oír

La visión y la audición deben ser educadas, tanto como las palabras y las maneras.

En visita al hogar de alguien, aprendamos a agradecer el cariño de la acogida sin detenernos en posibles desarreglos del ambiente.

Si oímos alguna frase mal dicha en la voz de una persona amiga, apreciemos la intención y el sentimiento, en la elevación en que la articula, sin anotarle el desaliño gramatical.

Vea con bondad y oiga con lógica.

Sepamos ver los cuadros que nos cercan, sean ellos cuales fueren, sin sombra de malicia a mancharnos el pensamiento.

Registrando anécdotas inconvenientes en torno de acontecimientos y personas, tengamos suficiente coraje para acomodarlas en el archivo del silencio.

Toda impresión negativa o maligna que se transmite a los amigos, en forma de confidencia, es lo mismo que propinarles veneno a través de los oídos.

En cualquier circunstancia es preciso no olvidar que podemos ver y oír para comprender y auxiliar.

XAVIER, Francisco Cândido. Senal Verde. Por el Espíritu André Luiz. Federación Espírita Española. Capitulo 15.