"Escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios en el que por un poco de tiempo tendría el gozo del pecado." Pablo. (HEBREOS, 11:25.)
En este pasaje se refiere Pablo a la actitud de Moisés, absteniéndose de gozar por un poco de tiempo de las suntuosidades de la casa del Faraón, con el fin de consagrarse a la liberación de los compañeros cautivos, creando imagen sublime para definir la posición del espíritu encarnado en la Tierra.
"Por un poco", el administrador dirige los intereses del pueblo.
"Por un poco", el servidor obedece en su inferioridad.
"Por un poco", el usuario retiene el dinero.
"Por un poco", el infeliz padece privaciones.
¡Ah! ¡Si el hombre reparase en la brevedad de los días de que dispone en la Tierra! ¡Si viese la exigüidad de los recursos con que puede contar en el vaso de la carne en que se mueve!...
Ciertamente, semejante percepción, delante de la eternidad, le daría concepto de la bendita oportunidad, preciosa y rápida, que le fue concedida en el mundo.
Todo favorece o aflige a la criatura terrestre, simplemente por un poco de tiempo.
Mucha gente, con todo, se vale de esa pequeña fracaso de horas para complicarse por muchos años.
Es indispensable fijar el cerebro y el corazón en el ejemplo de cuantos supieron glorificar el ramaje apresado en el camino común.
Moisés no se detuvo a gozar, "por un poco", en el clima faraónico, a fin de dejarnos la legislación justiciera.
Jesús no se abalanzó a disputar, ni siquiera, "por un poco" en la fase de crueldad de cuantos lo perseguían, de manera para enseñarnos el secreto devino de la Cruz con la Resurrección Eterna.
Pablo no se animó a descansar "por un poco" después de encontrar al Maestro a las puertas de Damasco, para dejarnos de esa manera su ejemplo de trabajo y fe viva.
Mi amigo, donde estuvieras, acuérdate de que hay permaneces, "por un poco" de tiempo. Modérate en la alegría y confórmate en la tristeza, trabajando sin cesar, en la extensión del bien, porque es en la demostración del "poco" que caminarás para el "mucho" en la felicidad o en el sufrimiento.
XAVIER, Francisco Cândido. Fuente Viva. Por el Espíritu Emmanuel. FEB. Capitulo 42.