Avancemos

"Hermanos, en cuanto a mi, no juzgo que haya alcanzado la perfección, más una cosa hago, y e s que olvidándome de las cosa s que quedan a tras, avanzo para los que se encuentran delante de mi. ­ Paulo. (FILIPENSES, 3:13 y 14.)

En el camino cristiano, somos siempre enfrentados por gran número de hermanos, que se amagaran a la sombra de la improductividad, declarándose accidentados por desastres espirituales.

Es alguien que llora la perdida de un pariente querido, llamado para la transformación en el túmulo.

Es el trabajador que se vio dilacerado por la incomprensión de un amigo.

Es el misionero que se inmovilizó ante la calumnia.

Es alguien que lastima el abandono de un socio en la buena lucha.

Es el operario del bien que clama indefinidamente contra la fuga de la compañera que no percibió su dedicación afectiva.

Es el idealista que espera una fortuna material para dar inicio a las realizaciones que le competen.

Es el cooperador que permanece en la expectativa del empleo ricamente remunerado para consagrarse a las buenas obras.

Es la mujer que se enrolla en el cipoal de la queja contra los familiares incomprensivos.

Es el colaborador que se escandaliza con los defectos del prójimo, congelando las posibilidades de servir.

Es alguien que lamenta un error cometido, menospreciando las bendiciones del tiempo en el remordimiento destructivo.

El pasado, sin embargo, si guarda las virtudes de la experiencia, no es siempre el mejor conductor de la vida para el futuro.

Es imprescindible extraer el corazón de todos los envoltorios entorpecedores que, muchas veces, nos amortajan el alma.

El arrepentimiento, la salud, la esperanza y el escrúpulo son sagrados, más no deben presentar impedimento para el acceso de nuestro espíritu a la Esfera Superior.

Paulo de Tarso, que conociera los terribles aspectos del combate humano, en la intimidad del propio corazón, y que subió a la culminencias del apostolado con Cristo, nos ofrece derrotero seguro para el mejoramiento.

"Olvidemos todas las expresiones inferiores del día anterior y avancemos para los días iluminados que nos esperan" ­ es la esencia de su aviso fraternal para la comunidad de Filipos.

Centralicemos nuestras energías en Jesús y caminemos para adelante.

Nadie progresa sin renovarse.

XAVIER, Francisco Cândido. Fuente Viva. Por el Espíritu Emmanuel. FEB. Capitulo 50.