Procuremos Con Celo

"Procurad con celo los mejores dones y yo os mostraré un camino aun más excelente." ­ Paulo (I CORINTIOS, 12:31.)

La idea de que nadie debe procurar aprender y mejorarse para ser más útil a la Revelación Divina es mucho más una tentativa de consagración a la ociosidad que un ensayo de humildad incipiente.

La vida es curso avanzado de mejoramiento, a través del esfuerzo y de la lucha, y si la propia piedra debe sufrir el burilamiento para reflejar la luz, ¿Qué decir de nosotros mismos, llamados desde ahora, a exteriorizar los recursos divinos?

Nadie interrumpa el servicio avanzado de su educación, a pretexto de cooperar con el Cielo, porque el progreso es un convoy de ruedas infatigables que relega para tras a los que se rebelan contra los imperativos de en frente.

Es indispensable avanzar con la mejoría consecuente de todo lo que nos rodea.

El Evangelio no endosa cualquier actitud de expectativa displicente.

La palabra de Pablo es demasiado significativa.

Dirigiéndose a los corintios, el apóstol de la gentilidad los exhorta a procurar con fervor los mejores dones.

Es imprescindible nos dispongamos a adquirir las cualidades más nobles de inteligencia y corazón, sublimando la individualidad imperecible.

Cultura y santificación, a través del trabajo y de la fraternidad, constituyen deber para todas las criaturas.

Auto perfeccionamiento es obligación común.

Busquemos, celosos, la elevación de nosotros mismos, señalando nuestra presencia, sea donde fuera, con las bendiciones del servicio a todos, y cuando estemos integrados con el esfuerzo digno, dentro de la acción personal e incesante en el bien, lo Alto descubrirá caminos mas iluminados para la ascensión.

XAVIER, Francisco Cândido. Fuente Viva. Por el Espíritu Emmanuel. FEB. Capitulo 54.