Administración

"Da cuenta de tu administración." - Jesús. (LUCAS, 16:2.)

En la esencia, cada hombre es servidor por el trabajo que realiza en la obra del Supremo Padre, y, simultáneamente, es administrador, por lo tanto cada criatura humana guarda posibilidades enormes en el plano en que mora.

Administrador del mundo no es solamente aquel que encanece los cabellos, al frente de los intereses colectivos, en las empresas públicas o particulares, combatiendo mil embrollos, con el fin de cumplir la misión a que se dedica.

Cada inteligencia en la Tierra dará cuenta de los recursos que le fueron confiados.

La fortuna y la autoridad no son valores únicos de los que debemos dar cuenta hoy y mañana.

El cuerpo es un templo sagrado.

La salud física es un tesoro.

La oportunidad de trabajar es una bendición.

La posibilidad de servir es un obsequio divino.

El deseo de aprender es una puerta libertadora.

El tiempo es un patrimonio inestimable.

El hogar es una dadiva del Cielo.

El amigo un benefactor.

La experiencia benéfica es una gran conquista.

La ocasión de vivir en armonía con el Señor, con los semejantes y con la Naturaleza es una gloria común a todos.

La hora de ayudar a los menos favorecidos en recursos y entendimiento es valiosa.

El suelo para sembrar, la ignorancia para ser instruida y el dolor para ser consolado son llamadas que el Cielo envía sin palabras al mundo entero.

¿Qué haces, por tanto, de los talentos preciosos que reposan en tu corazón, en tus manos o en tu camino? Vela por tu propia tarea en el bien, delante del Eterno, porque llegará el momento en que el Poder Divino te pedirá: - "Da cuenta de tu administración."

XAVIER, Francisco Cândido. Fuente Viva. Por el Espíritu Emmanuel. FEB. Capitulo 75.