Varonilmente

"Vigilad, estar firmes en la fe, portaros varonilmente, sed fuertes." ­ Paulo. (I CORINTIOS; 16:13.)

Vigilad en la lucha común.

Permaneced firmes en la fe, ante la tempestad.

Portaros varonilmente en todos los lances difíciles.

Sed fuertes en el dolor, para guardarle la lección de luz.

Se reviste el consejo de Paulo a los corintios, aun hoy, de sorprendente oportunidad.

Para conquistar los valores sustanciales de la redención, es imprescindible conservar la fortaleza de animo de quien confía en el Señor y en si mismo.

No vale la lluvia de lágrimas desproporcionadas, ante la falta cometida.

Arrepintámonos de cualquier gesto maligno es deber, más plantearlo indefinidamente es robar tiempo al servicio de rectificación.

Cierto, el mal deliberado es un crimen, todavía, el error impensado es enseñanza valiosa, siempre que el hombre se inclina a los designios de Dios.

Sin resistencia moral, en el torbellino de conflictos purificadores, el corazón más noble se despedaza.

No nos cabe, por tanto, reposar en el servicio de elevación.

Es natural que vengamos a tropezar muchas veces.

Es comprensible que nos hiramos frecuentemente en los espinos de la senda.

Lastimadle, con todo, será nuestra situación toda vez que exigiéramos demasiadas consolaciones indebidas, interrumpiendo la marcha para lo Alto.

El cristiano no es aprendiz de reposo falso. Discípulo de un Maestro sin acepción de personas hasta la cruz, le compete trabajar en la sementera y en a senda del infinito Bien, vigilando, ayudando y obrando varonilmente.

XAVIER, Francisco Cândido. Fuente Viva. Por el Espíritu Emmanuel. FEB. Capitulo 90.