Ayudemos La Vida Mental
"Y lo seguía una gran multitud de Galilea, de Decapolis, de Jerusalén, de Juda y de más allá del Jordán." MATEO, 4:25.)
La multitud continua siguiendo a Jesús en el ansia de encontrarlo, movilizando todos los recursos a su alcance.
Procede de todos los lugares, deseosa de confort y revelación.
Inútil la interferencia de cuantos se interponen entre ella y el Señor, porque, de siglo a siglo, la búsqueda y la esperanza se intensifican.
No nos olvidemos, pues, de que bendecida será siempre toda colaboración que podamos prestar al pueblo, en nuestra condición de aprendices.
Nadie precisa ser estadista o administrador para ayudarlo, a engrandecerse.
Buena voluntad y cooperación representan las dos columnas maestras en el edificio de la fraternidad humana. Y contribuir para que la colectividad aprenda a pensar en la extensión del bien es colaborar para que se efectué la sintonía de la mente con la Mente Divina.
Se abre a nuestro frente precioso programa en ese particular:
Alfabetización.
Lectura edificante.
Charla educativa.
Ejemplo contagiante en la práctica de la simple bondad.
Divulgación de páginas consoladoras e instructivas.
Ejercicio de meditación.
Sea nuestra tarea primordial el despertamiento de los valores íntimos y personales.
Auxiliemos al compañero a producir cuanto pueda dar de mejor al progreso común, en el plano, en el ideal y en la actividad en que se encuentra.
Orientar el pensamiento, esclarecerlo y sublimarlo es garantizar la redención del mundo, descorriendo nuevos y ricos horizontes para nosotros mismos.
Ayudemos a la vida mental de la multitud y el pueblo con nosotros encontrará Jesús, más fácilmente, para la victoria de la Vida Eterna.
XAVIER, Francisco Cândido. Fuente Viva. Por el Espíritu Emmanuel. FEB. Capitulo 144.