En Ausencia Del Amor
"Mas aquel que aborrece a su hermano está en las tinieblas y anda en tinieblas y no sabe por donde debe ir, porque las tinieblas le cegaron los ojos." Juan. (I JUAN; 2:11)
Si no sabes cultivar la verdadera fraternidad, serás atacado fatalmente por el pesimismo, tanto como la tierra seca sufrirá el acumulo del polvo.
Todo incomoda a aquel que se recoge en la intransigencia.
Los compañeros que fingen las tareas del amor son profundamente tristes por la hiel de la intolerancia con que se alimentan.
Convidados al esfuerzo de equipo, aseveran que los hombres respiran una moral en bancarrota.
Inducidos al culto de la fe, suponen reconocer, en todas partes, la maldad y desilusión
Llamados a hacer caridad, consideran en los hermanos en sufrimiento enemigos probables, apartándose irritadizos.
Impelidos para esa o aquella manifestación de alegría, rehúsan, desencantados, creyendo sorprender maldad y barro en las menores exteriorizaciones de belleza festiva.
Caminan en el mundo entre la amargura y la desconfianza.
No hay cariño que les baste. Vampirizan criaturas por donde están, llorando, reclamando, lamentando...
No poseen rumbo cierto. Se declaran expulsados de la sociedad y de la familia.
Es que, de amar al prójimo, jornalean por la Tierra, bajo el pesado niebla del egoísmo que nos detiene tan solamente en el circulo estrecho de nuestras necesidades, sin cualquier expresión de respeto para con las necesidades ajenas.
Se afirman incomprendidos, porque no desean comprender.
Ausentes de amor, secan la maquina de la vida, perdiendo la visión espiritual.
Impermeables al bien, se hacen representantes del mal.
Si el pesimismo comienza a abrirse en tu espíritu, recógete en la oración y pide al Señor te multiplique las fuerzas en la resistencia, ante el asalto de las tinieblas.
Aprendamos a vivir con todos, tolerando para que seamos tolerados, ayudando para que seamos ayudados, y el amor nos ara vivir, serviciales y optimistas, en el clima luminoso en donde la lucha y el trabajo son bendiciones de esperanza.
XAVIER, Francisco Cândido. Fuente Viva. Por el Espíritu Emmanuel. FEB. Capitulo 158.
